Alquilamos el Suzuki (se lo alquilamos a un tío que tenía uno), metimos nuestras mochilas dentro y nos lanzamos a la aventura. Cruzamos toda la isla de Lombok hasta Labuhan Lombok de donde salen los ferrys para SUMBAWA.
Pasamos una travesía en ferry infernal. Fuerte marejada aliñada con humillo de cigarros de clavo (lo que fuman en toda Indonesia). Los dos vomitamos todo...
Llegamos a Poto Tano (Sumbawa). Estaba anocheciendo. Encendemos las luces del coche y zas, la sorpresita, no tenemos luces (pero si las habíamos revisado...). Menos mal que Sebastián es McGyver y con el papel de la cajetilla de cigarrillos arregló el problema y pudimos conducir hasta un hotel.
En un par de días cruzamos toda la isla (no tiene mucho que ver) y nos plantamos en Sape (aquí descubrí una delicia culinaria, unas cortezas como de pescado que son como nuestras cortezas, bocabits etc., ¡qué buenos! tendríamos que importarlos...) dispuestos a embarcarnos en el ferry a la isla de Flores.
Después de explorar Flores largo y tendido atravesamos otra vez Sumbawa cruzamos a Lombok y antes de devolver el Suzuki visitamos la zona de Tetebatu y el volcán Gunung Rinjani (no lo escalamos).
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